El Gramófono.

El salir de casa, bueno, la zona en la que ellos vivían era, en pocas palabras sombría,
en las calles no se encontraba ni un alma y para variar estaba lloviznando. Con frustración,
Horacio decidió prepararse un café. Y ya sentado en su cómodo sillón de terciopelo, recordó que su padre,
antiguo reciente de esa casa , coleccionaba revistas curiosas. Camino hacia uno de los viejos libreros de la enorme casa
y de ahí jugueteando con sus dedos y con los ojos cerrados sacó un librito al azar.

Qué quieres hacer a continuación?