Lorién y la Tablilla Mágica
Una vez arriba, Lorién se chupa el veneno y lo escupe, como ha visto en algunas películas, pero durante el tiempo que ha tardado en subir, el veneno se ha extendido y apenas resulta de utilidad. Cansado como está, comienza a secársele la boca, con una saliva pastosa que no le deja respirar, y desearía no haber chupado el veneno.
Al poco cae rendido de agotamiento barranco abajo.
Al poco cae rendido de agotamiento barranco abajo.