El Gramófono.

Horacio abrio la puerta, no parecía haber nadie fuera, se volteo y en eso apareció su amada Alicia,
dándole un susto de muerte.
Alicia había encontrado un gramófono.
Parecía viejo pero elegante. Ambos optaron por dejarlo en la mesita cerca del sofa.
Durante esa noche Horacio tuvo pesadillas horribles con ese gramófono.
El muy condenado no dejaba de tocar música, oh bueno, eso juraba Horacio.

Esto se repitió repetidas veces por las noches, a la semana,
Horacio harto con del gramófono intento deshacerse de el, intento tirarlo a la basura,
destruirlo con un bate, atropellarlo con el auto, pero por más que intentaba hacerlo desaparecer,
el gramófono volvía a su vida.
Una noche en particular, el gramófono estaba más ruidoso de lo usual,
y Horacio en su furia, fue hasta la mesita, y al tocar el gramófono este se lo trago.

Desapareciendo a Horacio por siempre.